El funcionario, ¿nace o se hace?

Mi madre siempre ha tenido la ilusión de que cualquiera de sus dos hijos fuera funcionario. Para ella no hay, ni habrá jamás mayor riqueza que eso de tener a final de mes un sueldo fijo al que agarrarse.
Esto nos demuestra que cuando hablamos de riqueza no todos son yates, mansiones y coches de alta gama, si no que hay otras varas de medir que también son aceptables y admisibles.

Resumiendo, que si queréis poneros a opositar durante un tiempo para acabar felizmente como celadores en los juzgados de cualquier capital de provincias, debéis saber que al acabar exitosamente mucha gente os considerará afortunados y porque no decirlo también ricos.

Eso sí, deberéis realizar la transformación que según mi teoría se produce de hombre a funcionario.
Y es que yo pienso que cualquier persona el minuto después, que digo el minuto, el segundo después de convertirse en funcionario, olvida el sentido común de la mayoría de los mortales, para adoptar un nuevo código de conducta totalmente diferente y al margen de lo conocido hasta el momento. Es como un botón on/off sin vuelta atrás.

Ejemplos los he tenido muchos, a nivel personal y en tercera persona. Para muestra un botón.
No hace excesivas fechas me tuve que personar ante la junta electoral central para justificar que mi novia no podía acudir a una mesa electoral como vocal al estar en el Reino Unido trabajando. Este fue el dialogo de besugos concreto:
YO: Venía a justificar la ausencia de mi novia en la mesa electoral. Le aporto un justificante de la empresa en la que trabaja en el Reino Unido.
FUNCIONARIO: Ah pero esto está en inglés!...yo es que no sé inglés. (Que digo yo que algo sabría porque estuvo con el papel delante varios minutos… ¡pero estaba con el disfraz de funcionario!).
FUNCIONARIO: Aquí las lenguas oficiales son el castellano, el catalán, el gallego…
YO: Pero hombre de Dios!, si le vengo a justificar que mi novia está trabajando en el Reino Unido…¿en qué idioma cree usted que va a estar el justificante de la empresa en cuestión?.

Cualquier persona en su sano juicio sería capaz de utilizar el sentido común pero NO, el funcionario es una especie distinta que rige con otros canones.
No se quedó muy convencido el hombre, y a regañadientes se quedó el justificante pero anticipándome que el Juez en cuestión tampoco “iba a saber inglés”.

Total, que no os quiero aburrir más con batallitas, que si os convertís en funcionarios o ya lo sois, primero disculparme por esta broma y después debéis saber que para mi madre sois personas ricas.